sábado, 22 de agosto de 2009

Carpacho y Escorpora dos peces pertenecientes a la familia de las Scorpaena

Cabracho (Scorpaena scrofa)


El Cabracho (Scorpaena scrofa) es un pez de la famila de los escorpénidos de color rojo y cubierto de espinas. Su peso puede llegar hasta casi los 3 kg pero son raros los ejemplares de más de 1,5-2 kg. Normalmente se encuentra a profundidades desde los 10 a los 500 m, aunque es posible encontrarlos con poca agua semienterrados en la arena.


El Cabracho se diferencia de la Escórpora por la coloración, el tamaño y por poseer numerosos colgajos de piel que adornan su mentón y mandíbula inferior. Tentáculos por debajo del ojo y en el orificio nasal anterior pequeños. Dorsal Bastante baja en el extremo de su parte espinosa. Preorbital con cuatro espinas de longitud desigual, una de ellas frecuentemente poco visible. Pectorales sin alcanzar generalmente el inicio de la anal.
De color pardo rojizo y amarillento, con manchas jaspeadas oscuras, siendo el vientre un poco más claro, aunque esta coloración varía en función del ambiente.
Cerca de las espinas de la dorsal y de la anal, así como de ciertas espinas de la cabeza, posee glándulas venenosas. No ocasionan la muerte pero son muy dolorosas.



Se encuentran en fondos pedregosos o arenosos con abundante vegetación, a veces parcialmente hundido. De 20 a 200 metros de profundidad. En grupos pequeños o solos. Se alimenta de peces, cangrejos y quisquillas.
Se encuentran en las areas del Atlántico, de Senegal al Golfo de Vizcaya y del Mediterráneo.



Escorpora (Scorpaena notata)

Este pez puede llegar a medir hasta 50 cm. Tiene el cuerpo fuerte, aplanado por los lados, con una cabeza grande, ancha y llena de espinas. Tiene unos tentáculos oculares cortos y en el orificio nasal anterior numerosas protuberancias en la barbilla, que ayudan a difuminar su silueta cuando está al acecho. Tienen un color marrón rojizo salpicado con manchas claras y oscuras. Aletas mosqueadas de negro, con una mancha negra entre el octavo y el décimo radio espinoso de la dorsal. Cabeza muy espinosa y las escamas muy ásperas al tacto. Ojos muy grandes, casi circulares. Preorbital con tres espinas.

Vive preferentemente en fondos rocosos, desde la superficie hasta grandes profundidades, aunque es mas frecuente a partir de los 20 metros de profundidad. Se alimenta de crustáceos y peces que caza al acecho, permaneciendo inmóvil y absorbiendo fulminantemente a la incauta presa que pasa a su lado sin verla.



Cuando se siente amenazado, este pez alza la aleta dorsal y los opérculos, recubiertos de espinas venenosas. Sin embargo, la defensa es pasiva, nunca ataca en estos casos, solo huye. Como su camuflaje es virtualmente perfecto, es fácil no verlas al bucear cerca de ellas.
Hay que tener cuidado con las manos, pues podemos ponerlas sobre una escórpora sin darnos cuenta y recibir su dolorosa herida, con un dolor persistente y ardiente y una hinchazón considerable, aunque sin consecuencias graves. Las espinas son venenosas incluso cuando el pez ha muerto.

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